El reciclaje se ha convertido en un
gran negocio para empresas que aprovechan la colaboración ciudadana y el
miopismo administrativo, para lucrarse. Y es que papel, cartón, cristal,
plásticos, aceites… son materias primas que sirven en muchos casos para
venderlas a países que tienen un filón en el reciclaje, ya que luego de
tratarlas nos las revenden como nuevas. Otro claro ejemplo es la recolección de
ropa por contenedores, parte de la cual se vende en países del tercer mundo para
beneficio de quien gestiona la operación aprovechándose de la buena fe de las
personas.
Cada vez que usted compra un objeto
electrónico, ya paga una tasa variable para financiar su reciclaje. La normativa
europea establece que es el consumidor quien financia, en el momento de
comprarlo, el reciclaje del producto. Un canon que añade un plus de unos 30
céntimos por una bombilla o en torno a 17 euros por una lavadora o frigorífico.
A partir de ese momento, el fabricante tiene la responsabilidad de que el
reciclaje se lleve a cabo.
360 millones de euros anuales
pagamos los españoles como consumidores para que se recicle correctamente, pero
sólo una mínima parte de ese dinero se destina a ello. El resto se pierde y no
se sabe donde va por la poca transparencia que existe en este negocio, donde
cada vez se invierte más y donde no hay un control por figurar fundaciones y
asociaciones sin ánimo de lucro.
Por otro lado, si las basuras
generan riqueza y los ciudadanos colaboramos en la separación, ¿por qué además
pagamos para que las retiren?. Además de recoger, seleccionar y depositar en
contenedores, debemos pagar tasas de basuras municipales, reciclaje incineradora
y según zona algún plus más. ¿Es justo que paguemos los de siempre y se lucren
las grandes empresas e instituciones con tasas?.
En lugar de gastar millonadas
en campañas de publicidad para estimular el reciclaje, que inviertan ese dinero
en reducción de tasas o servicios añadidos para el ciudadano, por ejemplo, de
manera que lo estimulen a reciclar además de beneficiarle como contribuyente.
Pero desgraciadamente, en este negocio todos ganan menos el ciudadano, de ahí
su oscurantismo y poco control administrativo. En definitiva, pura
basura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario